© Todos los derechos reservados.

28 de junio de 2010

¿Quién fue?

¿Quién no vistió la camiseta de siempre? ¿Quién lavó los calzoncillos? ¿Quién extravió uno de los calcetines de cuadritos? ¿Quién cambió de sitio en el sofá? ¿Quién estaba de viaje? ¿Quién lo vio por otro canal? ¿Quién compró el diario equivocado? ¿Quién se olvidó de traer la yerba para el mate? ¿Quién volcó el café sobre el control remoto? ¿Quién varió el menú? ¿Quién se cortó el pelo? ¿Quién se afeitó? ¿Quién cambió su camino al trabajo? ¿Quién se salteó un paso en la rutina? ¿Quién perdió el reloj de la suerte? ¿Quién se duchó? ¿Quién no se duchó? ¿Quién cambió la marca del perfume? ¿Quién se peleó con la novia? ¿Quién permitió que se muriera el abuelo? ¿Quién tuvo un hijo? ¿Quién dejó de cruzar los dedos? ¿Quién dijo que esto ya estaba ganado? ¿Quién se rió del rival con nombre raro? ¿Quién se negó a que le tocaran la calva? ¿Quién abrió los ojos cuando no debía? ¿Quién se olvidó al gato afuera? ¿Quién bañó al perro? ¿Quién sobrealimentó a los peces? ¿Quién descolgó la bandera porque “había mucho viento”? ¿Quién dio permiso a los nenes para que salieran a jugar? ¿Quién atendió el teléfono? ¿Quién llamó? ¿Quién se compró otro televisor? ¿Quién se prendió a mirar justo ahora? ¿Quién dejó el cigarrillo? ¿Quién se distrajo mirando por la ventana? ¿Quién no fue al baño en el momento indicado? ¿Quién rompió el muñequito del ’78? ¿Quién no besó la estampita del santo, o la figurita de Maradona? ¿Quién se olvidó lo que tenía que hacer?
Que sepa, ese guacho, que perdimos por culpa suya.

26 de junio de 2010

Yo no fui

(Para Illustration Friday, "Satellite")
Dicen que soy un asesino. Un violador. Un psicópata.
Dicen que soy una bestia salvaje, un monstruo, una aberración.
Dicen que soy responsable de la muerte, la mutilación y el dolor ajenos.
Dicen que hay una bala de plata esperando por mí.
Pero yo no fui. No es mi culpa.
Yo no decidí ser el séptimo hijo varón. Yo no decidí que la luna llena aparezca cada 29 días, 12 horas, 43 minutos y 12 segundos.
La culpa es de quienes crean y difunden supersticiones.
Por crearme a mí.

6 de junio de 2010

Conspirando

“La explicación más simple y suficiente es la más probable, mas no necesariamente la verdadera
Principio de Ockham
En un lujoso hotel de algún punto de Europa, un escogido grupo de políticos, militares, empresarios y académicos de todo el mundo se reúne a puertas cerradas. Rodeado de policía, agentes secretos, guardaespaldas, mercenarios y otras medidas de seguridad, el selecto club (al que sólo se accede por invitación) mantiene el objeto y el contenido de sus conversaciones en el más absoluto secreto. Manifestantes antisistema se reúnen en las inmediaciones del sitio para expresar su descontento hacia ese oscuro contubernio que, según rumorean, es el que mueve en realidad los hilos del mundo.
Dentro del hotel, un joven empresario, propietario de una próspera empresa de Internet, asiste por primera vez a la cita. No conoce ni a un quinto de las personas que están ahí dentro, así que se dedica a observar por un momento qué es lo que hacen los demás. Ve a un puñado de individuos jugando a las cartas, otros que siguen apasionadamente una partida de ajedrez, algunos discutiendo sobre quién es el mejor jugador de fútbol del mundo, cinco señoras comentando detalles de sus vestidos, un grupo mixto compartiendo anécdotas de sus últimas vacaciones en Davos, algunos señores despatarrados en los sillones mientras leen el periódico, otros bebiendo un buen escocés en la barra, uno fumando solitario en un rincón, y un grupúsculo de adictos al trabajo conectados a la oficina a través de sus portátiles.

3 de junio de 2010

2 de junio de 2010

Alguien hizo algo


Cuenta la leyenda que había una vez, hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana, una historia que nadie contó. Por eso no se sabe de qué trata y no se puede decir nada más acerca de ella. Así termina la historia: colorín colorado, este cuento se ha acabado.

No es mi calle, originalmente cargada por Julikeishon.