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31 de mayo de 2010

Fragmento tajante

(Para Illustration Friday, "Slither". Idea de Natalia E. Cerletti)

(...)
A partir de entonces fui un hombre muy buscado (el que más). Cuando conseguían cercarme, me abría paso a fuerza de cuchillos, navajas, cortaplumas, picahielos, abrecartas, katanas, sables, serruchos, sierras, limas, tijeras, trinchetas y demás elementos cortantes. Segaba, trinchaba, serraba, rompía, partía, cortaba, desmenuzaba, destripaba, degollaba, descosía... Adquirí modales letales, movimientos certeros, temerarios. Aprendí a estudiar los escenarios, a elegir ubicaciones, a esperar, a sorprender, a pensar en todas las posibilidades, a matar como quien se viste, o come, o anda en bicicleta.
(...)

27 de mayo de 2010

Siga en exclusiva la participación de Australia en el Mundial de Fútbol

Señales de Humo y Libreta de notas presentan la nueva web creada para seguir todas las vicisitudes de la participación australiana en la Copa Mundial de Fútbol. Primicias exclusivas, entrevistas con los protagonistas, todas las crónicas, todos los partidos y todos los goles de Australia en una sola página.
Con actualizaciones permanentes a partir del 11 de junio, la página ya está en marcha adelantando las principales novedades de los Socceroos para el próximo torneo.

Si nadie se opone, me retiro

    Subidos al tren del éxito, nos pasamos tres estaciones: invierno, primavera y verano. Incluso puede que alguna más (complete la serie). Naturalmente, veníamos distraídos, abstraídos y/o sustraídos. Acabábamos de recibir el Premio Focsmolder a la teoría de la conspiración más ridícula de las últimas nueve semanas y media. Debido a nuestro trabajo “Crisis, ¿qué crisis?”, en el cual confirmábamos que la crisis económica es pura imaginación, que sólo existe en nuestras cabezas, fuimos ampliamente repudiados por un auditorio repleto de desempleados, endeudados y corredores de bolsa. Intuimos que a nadie le gusta que lo llamen esquizofrénico paranoide. Es importante remarcar, no obstante, que nos referíamos a nosotros antes que a ellos, pero es difícil hacerse entender cuando se vive en una fantasía constante y disonante.

Dios miente o ríe, no espera


Pesadilla lovecraftiana (PS), originalmente cargada por Julikeishon.
    Debido a nuestro trabajo “Crisis, ¿qué crisis?”, en el cual confirmábamos que la crisis económica es pura imaginación, que sólo existe en nuestras cabezas, fuimos ampliamente repudiados por un auditorio repleto de desempleados, endeudados y corredores de bolsa. Inevitablemente, y aunque parezca lo contrario, siempre caemos en el mismo tipo de laguna mental, quizás porque viajamos siempre en el mismo ferrocarril. Oculta a la mirada de los que no saben distinguir racional de razonable, creemos que nuestra preciada reliquia podrá pervivir muchos años. Sólo nosotros tenemos la razón. Más pronto que tarde, acabaremos por imponer nuestro criterio, aunque para ello debamos retroceder las tres estaciones que pasamos. Intuimos que a nadie le gusta que lo llamen esquizofrénico paranoide. Es decir, punto y aparte. Naturalmente, veníamos distraídos, abstraídos y/o sustraídos. Tal vez si fuésemos más coherentes y/o/u cuerdos, podríamos intentar alguna variante hermenéutico-panégírica para describir nuestra maravillosa iluminación, pero no es el caso. Está escondida en un armario, bajo llave, no vaya a ser cosa que la perdamos en un descuido.

19 de mayo de 2010

Esto no tiene sentido

Hay quien dice que la escritura es una forma de comunicación imperfecta, que induce a errores y puede perpetuar equívocos. La ambigüedad y el doble sentido acechan en cada palabra, especialmente en el fenómeno de la deixis, por lo que cabe preguntarse:
¿Tiene sentido editar una publicación pequeña compuesta por un puñado de relatos breves y juegos de palabras que parecen no tener sentido, acompañados por ilustraciones que no ilustran nada?
También podemos preguntarnos para qué nos preguntamos aquello si esto está tan claro. Eso sí, o no. En fin, algo sí es verdadero, y es que la la verdad no está ni en esto ni acá.

La respuesta en este enlace.

Complot


Seguridad nacional, originalmente cargada por My Buffo XP.
En realidad, Bin Laden no existe. Es un invento que se sacaron de la manga los yanquis para justificar el gasto militar cuando se acabó la Guerra Fría. Aunque, entre nosotros, la Unión Soviética, y especialmente la amenaza comunista, era un invento de los europeos para que les pagaran el Plan Marshall y les financiaran el Estado de Bienestar.
Ahora bien, eso del Estado de Bienestar… no era más que un cuento para tener a la gente callada y tranquila, sin rechistar, mientras se creaban los grandes grupos multinacionales y las grandes corporaciones capitalistas de espaldas al pueblo.
Eso sí, los grandes capitales no son más que la fachada tras la que se esconde una conspiración judeo-masónica para dominar el mundo. Si bien, a decir verdad, el contubernio masónico es una cortina de humo, es el chivo expiatorio al que se le echa la culpa de tramar un plan maquiavélico y, sobre todo, materialista. Eso mantiene a la gente en la oscuridad desviando sus preocupaciones muy lejos de la realidad. Porque gracias a la teoría de un contubernio todo el mundo piensa que el mundo se mueve por intereses económicos y en términos de poder terrenal, cuando la realidad es que Alá es el dios verdadero y Mahoma es su profeta.
Pero a mí no me engañan, Yo creo que el Islam y todo eso son sólo una excusa para justificar las acciones terroristas de Bin Laden.

18 de mayo de 2010

Holocausto* artístico


Herederos de Prometeo SRL, originalmente cargada por My Buffo XP.
Un dibujante creó un personaje sobre papel. Todos los días trabajaba en él, sin poder nunca acabarlo. A veces añadía un nuevo detalle, otras corregía un defecto, borraba manchas o acentuaba algunas sombras. Cada mañana se decía a sí mismo que antes de acostarse tendría el dibujo acabado, listo para darle color, pero aquello jamás ocurría. No acababa de verlo completo, definitivo.

Desolado, le comentó su problema a un colega. Éste le dijo que no había nada de raro, y que un famoso artista también había trabajado durante años sobre un mismo retrato, con tanto celo que no hubo día en que no hubiera soltado una pincelada sobre el lienzo. A medida que pasaba el tiempo, el retrato iba envejeciendo con el artista: trazos oscuros dibujaban arrugas sobre una piel de tonos cada vez más pálidos y moteada de pequeñas manchas; los finos rastros que semejaban negros cabellos se volvían suaves estrías blancas; las manos, representadas con firmes contornos y aferradas al apoyabrazos de un sillón, se convertían en débiles manchas que se dejaban vencer por la gravedad.
El pintor, obsesionado con alcanzar la excelencia, se dio cuenta de que nunca podría dejar de trabajar en el retrato, porque el tiempo seguía pasando y la imagen sobre el caballete quedaba constantemente desactualizada. Se había sentido obligado a subsanar esta imperfección de su arte, pero ello acabó agotándolo y hartándolo de ese rostro que lo había acompañado durante años y años. Una noche confesó en público que había sido derrotado, que era imposible terminar el retrato y que se iba a deshacer de él a la mañana siguiente.
Pero cuando su galerista fue a visitarlo días después, lo encontró tendido en el suelo de su estudio, desangrado por completo. En el cuadro, la figura empuñaba un cuchillo ensangrentado.
Después se supo que había sido asesinado por unos ladrones, cuando intentaba evitar que le robaran el retrato. Pero entonces ya nadie quiso hacerse cargo de aquella macabra pintura, que concluyó sus días arrumbada en un sótano, a merced de las ratas y la humedad.

Después de aquella conversación, el dibujante llegó de nuevo a su taller, tomó el dibujo y lo arrojó a una papelera metálica junto con un fósforo encendido y un poco de kerosén.

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(Del lat. holocaustum, y este del gr. λόκαυστος).
(…)
2. m. Acto de abnegación total que se lleva a cabo por amor.
3. m. Entre los israelitas especialmente, sacrificio en que se quemaba toda la víctima.
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9 de mayo de 2010

Venganza ficticia


Venganza simbólica, originalmente cargada por Julikeishon -dibujos-.

(Basado en eventos actuales)*

I
Un imbécil habla por el teléfono móvil en un autobús de larga distancia. Tiene gripe y pregunta a la persona al otro lado de la línea por el mejor remedio para sus síntomas. Lo hace a viva voz, con tono pedante, mezclando toses con quejas acerca del servicio de autobuses.
El pasajero sentado delante del imbécil piensa: “El mejor remedio para usted es el cianuro.” El pasajero sentado detrás del imbécil piensa: “¿Es correcto decir ‘al otro lado de la línea’ para referirse a una conversación a través de un servicio de telefonía móvil?”

II
Una persona recibe el llamado de un imbécil que viaja en autobús, que tiene gripe y que se queja del servicio. El imbécil le pregunta cuál es el mejor remedio para los síntomas gripales, y la persona le responde que lo suyo no tiene cura. Después de una pausa y de unas carcajadas, aclara que a la gripe hay que aguantársela, que se pasa sola y que, todo lo más, emplee paracetamol, aspirinas, vitamina C y algo que ayude a aflojar la mucosidad. También le indica que puede emplear remedios caseros de probada eficacia. El imbécil tose al teléfono, vuelve a quejarse de lo lento e incómodo que es el autobús, y de lo mal que lo está pasando. La persona, entonces, le indica que añada a la receta una dosis de cianuro, que eso siempre cura todos los males. Y ríe de nuevo.

III
El de adelante se inclina hacia delante ajustando el mecanismo de su asiento reclinable y duda sobre la posibilidad de que ello contribuya a evitar el contagio de la gripe que escupe el imbécil con cada tos y cada palabra. El de atrás, por su parte, se inclina a creer que es correcto decir, en sentido figurado, “la persona al otro lado de la línea” incluso para referirse a conversaciones mantenidas a través de servicios de telefonía móvil. Mientras tanto, el tipo con gripe que habla por teléfono se inclina a pensar que preocuparse por cuestiones como aquellas es cosa de imbéciles. El de adelante y el de atrás abandonan entonces sus cavilaciones, reconociendo la incuestionable autoridad del griposo en materia de imbecilidad.

Epílogo
El autobús llega a destino y los pasajeros descienden. El chofer va a abandonar el coche pero descubre que todavía hay un pasajero en su asiento. Cuando se acerca a advertirle de que ya arribaron a la estación terminal, comprueba que el pasajero está muerto. Observa su mano y ve que tiene un frasco de cianuro, al que seguramente confundió con algún jarabe para la tos. “¡Qué imbécil!”, piensa el chofer mientras llama a urgencias. Pero no responde nadie. No hay línea.

7 de mayo de 2010

Un minuto de silencio

Arco, originalmente cargada por My Buffo XP.
El Club Social y Deportivo Centinelas de Villa Ortúzar había desarrollado una particular técnica para descentrar a sus rivales en los instantes previos al partido.
Antes de cada encuentro, se hacía obligatoriamente un minuto de silencio. Al principio se usaba como excusa el fallecimiento de una tía abuela del presidente, del perro del entrenador, de las víctimas de una catástrofe natural en la otra punta del mundo. Pero después el lúgubre homenaje se celebraba en honor de todos los que habían muerto entre un partido y el siguiente. Por los altavoces sonaba una triste melodía de violín y, al culminar el minuto (sesenta exactos segundos, ni uno más ni uno menos), el locutor del estadio repetía tres veces seguidas “no somos nada”.
Como si de un conjuro se tratase, los rivales de Centinelas caían en una profunda depresión, jugaban sin ganas, las fuerzas abandonaban sus piernas y no oponían resistencia a los ataques del equipo local.
Todos los cotejos disputados en Villa Ortúzar acababan en escandalosa goleada de Centinelas. Hasta que un día se presentó la Asociación Atlética Campo Santo de Venado Tuerto, un desarbolado equipo que contaba sus partidos por derrotas. Centinelas cumplió con su liturgia fúnebre, pero el encuentro salió muy peleado, disputado, trabado, y empataron a cero.
Cuando marchaban a los vestuarios, un jugador rival se acercó al capitán de Centinelas y habló así:
–Gracias, de verdad –exclamó con sentida emoción.
–¿Por qué? –preguntó sorprendido el capitán.
–Por el homenaje. Allá, en Venado Tuerto, la gente no se cansa de decirnos que somos unos muertos –contestó el rival.
–Será en sentido figurado… –interpretó el capitán.
–Nosotros nos tomamos muy en serio la opinión de nuestros hinchas –dijo el rival, muy respetuoso. Y añadió: –Pero una muestra tan grande de comprensión es un aliento para nosotros. Así que gracias. Así vale la pena seguir peleando.
Después, los jugadores de Venado Tuerto subieron a sendos coches fúnebres y regresaron a casa.

5 de mayo de 2010

Origen de la International League Against Stupidity (ILAS)

(Fragmento)
    Todo comenzó con una pequeña célula en el Reino Unido, el Lothian-Fish Army, agrupación de escoceses nacionalistas afincados en Londres que conmutó sus objetivos a largo plazo (la liberación de Escocia) por metas más urgentes, a fin de salvar los escollos inevitables en el camino hacia la independencia del yugo imperialista inglés.
    Corría el año 1983 cuando Sean McCoist, líder del grupo, descubrió que la humanidad estaba llena de idiotas y que ello constituía el impedimento más importante para el desarrollo de sus ideas políticas. Una noche de borrachera, él y otros cuatro miembros del Lothian-Fish Army tuvieron un roce con un grupo de adolescentes identificados con la subcultura urbana dark. Según los testigos, los caledonios discutían con los atormentados párvulos acerca de quién tenía prioridad en el pub para pedir una jarra de cerveza. Los escoceses emplearon su acostumbrado, principal y casi único argumento: “Nosotros estábamos aquí desde antes de que llegaran ustedes”. Pero los simpatizantes de The Cure dijeron algo así como que los escoceses deberían dejar de lamentarse (“Los chicos no lloran”, habrían sido sus palabras textuales) y que se conformaran con ser los segundos en la fila.