No niego que a
veces tartamudeo.
No niego que me
cuesta un poco expresarme.
No niego que me
preocupa lo que vayan a pensar de mí.
No niego que
intento ser cauteloso, medido, prudente, diplomático.
No niego que a
menudo me quedo sin palabras, apagado, enterrado en un rincón.
No niego que, de
todo lo que se me cruza por la cabeza, aflora por mi boca una décima parte.
No niego que en
más de una ocasión me quedé con las ganas de insultar a alguien, de declarar mi
amor, de enfrentar una injusticia, de desenmascarar a un farsante o de
arriesgarme al fallo.
Pero yo no tengo
miedo a decir lo que pienso.
Bueno, siempre
que a vos te parezca bien…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario