Teniendo en cuenta que ocho de cada diez clientes estaba satisfecho, que siete de cada veinte personas no era cliente, y sumando que cuatro de cada cinco no-clientes querrían serlo y que ocho de cada doce de los restantes estaba insatisfecho (de los cuales tres de cada cuatro estaba muy insatisfecho), el nuevo director de Marketing y Ventas pensó que su trabajo iba a ser muy fácil, que el producto se vendía solo y que podían ahorrar mucho dinero en publicidad y personal.
Lo primero que hizo fue despedir al que confeccionaba las estadísticas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario